Tras vivir los intensos días de la Fiesta Principal de nuestra cofradía en honor al Santísimo Cristo de la Misericordia, no cabe más que agradecer a todos los que, de una u otra manera, trabajaron para dar gloria a Dios y para bien de la comunidad cristiana.
Como Junta de Gobierno queremos agradecer a todos y cada uno de los hermanos y hermanas de la cofradía por su activa colaboración, y también a los numerosos devotos que han sumado su particular colaboración para dar mayor brillantez a los cultos y celebraciones acontecidos en las jornadas pasadas de septiembre. Gracias damos a Dios por los sacerdotes que nos ayudaron a mejor celebrar la Fiesta Principal de nuestro sacratísimo titular, a la labor de las congregaciones religiosas de la Parroquia, a los que ornamentaron las calles, el templo y el paso del Señor; también gracias a las instituciones públicas que garantizaron el correcto desarrollo y seguridad de nuestra salida procesional por las calles de la Villa.
Gracias a la generosidad de las empresas y comercios colaboradores, a las familias que aportaron su ayuda para la celebración del tradicional almuerzo de confraternidad, a quienes prepararon las abundantes viandas del brindis posterior a la Asamblea General. Gracias al Coro Polifonía de la Villa de La Orotava y a la sección instrumental de la Capilla de la Vera Cruz por la sobresaliente y solemnísima aportación en la celebración solemne del Domingo de la Fiesta, al Coro Parroquial y organista titular, a la Banda de Cornetas y Tambores de San Juan Bautista y a la Agrupación Musical Orotava por su servicio brillante y su buen hacer musical. Al compositor de la nueva marcha en honor al Santísimo Cristo y a los componentes de la AMO que interpretaron la pieza para su estreno absoluto.
No podemos dejar de dar gracias a los restauradores, costureras, bordadores y artistas en general que aportaron tantos granos de arena en la belleza que dio gloria a Dios en cada jornada, y que nos ayudó a adentrarnos en el Misterio del Amor de Dios. Gracias a la Delegación Diocesana de Patrimonio Cultural y al Cabildo Insular de Tenerife. Gracias también a las miles de personas que celebraron con nosotros el día grande de nuestro venerado titular.
Gracias al magnífico grupo de acólitos, que con su ejemplar ministerio nos ayudaron a profundizar la liturgia de todas y cada una de las celebraciones.
En definitiva, GRACIAS A DIOS por habernos regalado estos días pasados que nos han servido para darle mayor gloria a ÉL viviendo la alegría de su amor y el gozo de la fraternidad que nace de su Santísima y Verdadera Cruz.
Que su amor derramado nos siga impulsando a ser mejores discípulos y misioneros de su Misericordia.
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