martes, 24 de septiembre de 2013

LA TARDE ENTRAÑABLE DE LA ENTRONIZACIÓN.

La antiquísima y venerada imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia de la Santa Vera Cruz descendía de su retablo este pasado domingo, como el mismo sol, siguiendo la tradición de esta centenaria cofradía. Tras la oración profunda, dirigida por nuestro Director Espiritual y Consiliario, los cofrades, enfundándose sus blancos guantes, procedieron a desclavar momentáneamente al Señor para, de nuevo, volverlo a clavar en el madero santo y glorioso de esta fiesta de septiembre.

Con los tonos anaranjados del crepúsculo vespertino, el característico silencio absoluto, y el sonido de las campanas del templo matriz marcando las siete en punto de la tarde, el Crucificado villero descendió un año más con su característica atmósfera, con sus señas de identidad, para ser trasladado hasta su trono de fiesta, culminando la jornada con su entronización en el altar mayor de la parroquia, desde donde recibirá la veneración de sus fieles durante toda la semana.


 

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