martes, 1 de octubre de 2013

LA VILLA RINDIÓ CULTO A SU ANTIQUÍSIMO CRUCIFICADO.

Foto: Ismael Castañeda.

Desde primeras horas de las mañana, el repicar de las campanas del templo matriz anunciaba a la Villa el inicio de un día de fiesta. La lluvia que había aparecido en la víspera desapareció de la comarca para dar lugar a un espléndido, aunque caluroso, día de sol radiante y cielo azul.

Pasando las 10:30 de la mañana, comenzaron a recibirse a las representaciones de las hermandades y cofradías hermanadas o vinculadas con la Santa Vera Cruz y Misericordia orotavense, al tiempo que llegaban los primeros fieles y cofrades al templo.

Con algo de retraso en el horario fijado (11:30 horas), dio comienzo la solemne celebración de la Eucaristía, que fue presidida por el Vicario Episcopal del Norte de Tenerife y Consiliario de nuestra cofradía, el Rvdo. Sr. D. Óscar L. Guerra Pérez. La parte musical corrió a cargo del reconocido coro parroquial de Ntra. Sra. de La Concepción, y nutrido fue el número de hermanas y hermanos cofrades participantes en la celebración principal de la cofradía. Significativo fue también el número de acólitos, así como el ajuar sagrado utilizado para la celebración de esta Santa Misa: dalmáticas y casulla de terciopelo de seda rojo y galones de oro, dalmáticas de Damasco de Palma con galones de seda, corporales, paños de lavabo y purificadores calados perfectamente almidonados y preparados por la congregación de Hermanas de Marta y María, paños de atril, orfebrería de los siglos XVII, XVIII y XIX, y cientos de detalles a destacar.

La ornamentación del altar de cultos se basó este año en un exorno floral de anturios y rosas en tonos rojos y blancos, jugándose acertadamente con numerosa cera y orfebrería.

En el transcurso de la Eucaristía cantada, se procedió a la renovación del hermano mayor para el período 2013-2014, sustituyendo a D. Pablo Hernández González, el cofrade D. Domingo Lemus Cruz.

Pasada la 1 de la tarde, a los sones imponentes de Mektub, el Crucificado villero atravesaba el pórtico del templo matriz que lo acoge para recorrer las calles de su feligresía. El sol bañó su cuerpo haciendo resaltar aún más si cabe las cualidades artísticas de esta antiquísima pieza que tallara el escultor Rui Díaz de Argumedo en 1585, por encargo de esta cofradía. Las colgaduras de damasco en ventanas y balcones, y la devoción de sus fieles, acogieron en las calles al Señor en su salida procesional, acompañado musicalmente por la banda de cornetas y tambores de San Juan Bautista de La Orotava.

Tanto en la celebración como en la procesión cabe destacar el nutrido grupo de hermanos mayores y representantes de las cofradías y hermandades de la Villa y de otros municipios, destacando nuestra hermana cofradía de la Vera Cruz y Misericordia de Puerto de la Cruz, así como de autoridades civiles, el Ilmo. Sr. Alcalde y los miembros de la corporación municipal, así como el Teniente Comandante de la Guardia Civil del Puesto de La Orotava, que no pierde la cita para renovar su tradicional compromiso con nuestro sagrado titular.

A las dos y cuarto de la tarde culminaba la procesión y se entronizaba el Santísimo Cristo de la Misericordia en el altar mayor del templo, continuando la fiesta fraterna de la cofradía con el tradicional almuerzo de hermandad.





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